Las llaves del Cielo

La luna se ocultó y el cielo se heló, las nubes se ennegrarom y el gallo no cantó.

Era el enigma de el nuevo tiempo, el misterio convertido en tormento, los Jinetes robando el aliento, haciendo justicia sin behemencia ni lamentos.

Gota por gota, ojo por ojo vida por vida, sintiendo la furia del Santo y su cuadrilla

La tierra temblando, la humanidad de rodillas , sangre en las orillas y vidas perdidas.

Los justos recitan, los impíos aniquilan, más el cielo cayendo quiebra sus costillas.

Odio en la cima y el bien ahorcado, creando semillas de  flores y espantos.

Inocencia bendita, lujuria maligna, bendito sea el ser 

que no odia ni envidia.

El santo pregunta:¿ Están conscientes ó perdidas, llegará el día que no se hagan de gorda la vista?

Pues no es aun lado ni a la esquina , es en el centro, abajo y arriba donde esta la llave de la eternidad y la vida.

                                                              Olivia

Resulta increíble ver como el bien y el mal son dos rostros opuestos que conviven entre sí, en esta época distintos sucesos nos hacen replantearnos, ¿acaso estamos viviendo los últimos tiempos? O ¿está la tierra pasando a una dimensión menos densa? Los cambios rápidos del tiempo como su atomización me hacen creer que estamos pérdidos; el retornos de las guerras y los posibles conflictos convencionales dejan poco que desear sobre la memoria de los humanos, hemos avanzado mucho y retrocedido,montones. Ver lo abstracto que el mundo es actualmente, viviendo múltiples realidades hace un tanto complicado colocarnos en el lugar de el otro; la empatía y el respeto por la vida y el amor al prójimo, son conceptos que cada día resultan más vacuos para los humanos. 

Pensó Olivia mientras escribía y se llevaba las manos a los ojos, viendo a todo lo que se tenía que enfrentar día a día lejos de su familia y lejos del amor.